El aseo de nuestro Maine Coon será un momento crucial entre nosotros y nuestro querido amigo, este ritual se convertirá enseguida en un juego pero hay que empezar acostumbrándolo como si de un juego se tratara, despacio, sin prisas y de manera suave, si forzamos está situación e insistimos con el cepillado contra su voluntad podemos obtener el resultado contrario, a la vez que lo estamos cepillando hay que intentar distraerlo para que este pendiente de otras cosas mientras nos encargamos de dejarlo libre de su pelo sobrante y de eliminar los nudos o enredos que pueda tener.
Hay que prestar atención al estado del pelo, ojos, orejas, nariz, dentadura y uñas, ante cualquier percepción extraña en cualquiera de los citados hay que llevarlo al veterinario para que lo examíne, el baño no les gusta en general a los gatos, les gusta jugar con el agua pero no ser bañados en ella.
El baño puede ser una opción recomendable siempre y cuando no sea un mal trago para el gato y realmente lo necesite, si mantenemos una higiene periódica con un cepillado correcto mantendremos su aspecto e higiene perfectos sin necesidad de bañarlo, otra cuestión es que salgamos al campo con el y se ponga perdido pero generalmente con un buen cepillado quedará resuelto y su manto de pelo gozará de buena salud.
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